La industria del cine porno está bastante alejada, al menos en el día a día, de la industria del cine comercial. A pesar de que muchas productoras comerciales y porno comparten oficinas en Los Ángeles, e incluso hay platos donde se han rodado producciones de ambos tipos, el cine porno siempre ha estado más restringido. Para muchos, de hecho, ni siquiera es cine, es solo explotación. Sin embargo, hay películas que han logrado traspasar esa barrera en apariencia insalvable, convirtiéndose en influyentes sin perder un ápice de su autenticidad. Cintas porno que han logrado estrenarse en salas comerciales y ser un auténtico éxito de taquilla, por encima de producciones comerciales. No es algo sencillo, por supuesto, porque las leyes son muy restrictivas en la mayoría de países a la hora de exhibir películas pornográficas fuera del circuito de las salas X. Sin embargo, en la era dorada del porno, las cosas eran diferentes.
Se llama era dorada a la época que va desde finales de los sesenta a mediados de los años 80, donde la industria del porno creció, se profesionalizó y llegó a convertirse en lo que es hoy día. Con Estados Unidos como meca, durante la década de los 70 las producciones pornográficas aumentaron en número y también en calidad. La liberación sexual de finales de los 60 dio sus frutos también en una visión mucho menos restrictiva del sexo. Los ingredientes se cocieron en la Costa Oeste de Estados Unidos, con California como el sitio perfecto para crear una nueva industria llamada a dar mucho dinero. Y así fue como el porno se convirtió en una gallina de los huevos de oro, incluso a pesar de las leyes restrictivas que los gobiernos trataban de imponer. Fueron muchas las películas que lograron tener éxito en aquella época, especialmente dentro del circuito de las salas pornográficas. Pero hubo una en especial que logró convertirse en todo un mito, en un filme de culto. Cuando se estrenó en 1972, Garganta Profunda pasó un poco desapercibida para el público en general. Pocos meses más tarde había recaudado más de 50 millones, se había exhibido en salas comerciales y había puesto a todo un país en una gran controversia.